La transformación tanto personal y social ha de tender a crear personas Humanas y contextos humanizados. Si bien somos de la especie humana no significa que seamos humanos terminados, todavía nos queda mucho camino por recorrer. Podremos reclamarnos de la especie humana, es lo que se ha hecho por siglos como forma de imponernos sobre los demás seres vivientes, incluso sobre los de nuestra misma especie, recordemos la época del esclavismo en la que al negro se le declaraba un ente sin alma, se le esclavizó incluso con la bendición de la jerarquía católica; recordemos el apartheid en Sudáfrica; y sin ir más allá nos podríamos preguntar si será de humanos el que cientos de millones de personas en el mundo se encuentren en la miseria absoluta, que miles de niños y niñas mueren de hambre, en tanto la riqueza material está concentrada en pocas manos. Será de la esencia humana las guerras inventadas para arrebatar los recursos energéticos de una nación so pretexto de la democracia y la seguridad nacional.